Correo electrónico
“SPAM” era una
marca de carne enlatada que los soldados norteamericanos recibían por
correo de sus familiares durante la Segunda Guerra Mundial.
El spam (en inglés, correo basura) hace referencia a mensajes no solicitados, principalmente de tipo publicitario, y enviados de forma masiva. La forma de envío más utilizada es el correo electrónico, pero también puede presentarse por programas de mensajería instantánea o redes sociales.
No es un problema menor; aunque se está consiguiendo reducir, se dice que más del 70% de los correos electrónicos que circulan son spam. La mayor parte del spam que circula por correo electrónico está escrito en inglés, y se origina en Estados Unidos y Asia.
El spam (en inglés, correo basura) hace referencia a mensajes no solicitados, principalmente de tipo publicitario, y enviados de forma masiva. La forma de envío más utilizada es el correo electrónico, pero también puede presentarse por programas de mensajería instantánea o redes sociales.
No es un problema menor; aunque se está consiguiendo reducir, se dice que más del 70% de los correos electrónicos que circulan son spam. La mayor parte del spam que circula por correo electrónico está escrito en inglés, y se origina en Estados Unidos y Asia.
¿Cómo funcionan?
En algunos
casos se trata de ofertas y promociones de empresas reales. En estos
casos, nos encontramos simplemente ante un caso de publicidad no
solicitada. Pero en la mayoría de las ocasiones, además de ser
publicidad no deseada y no solicitada, se trata de publicidad engañosa y
falsa. Su estrategia más frecuente es tentar al receptor del correo con
ofertas de artículos de lujo (relojes, perfumes, smartphones),
medicamentos o productos ilegales a un precio muy atractivo, inferior a
su precio de mercado.
En otros casos
se juega con la curiosidad de quien recibe el spam. En Facebook por
ejemplo aparecen enlaces a videos que se anuncian como muy divertidos, o
a videos en los que supuestamente han cazado a algún famoso o famosa en
una situación comprometida.
Los bulos o
hoax (en inglés, engaño), son relativamente frecuentes en Internet, y
suelen ser difundidos a través del correo electrónico. Son cadenas
formadas por envíos y reenvíos de correos electrónicos. Generalmente no
implican ningún daño para el ordenador o el dispositivo de la persona
que lo recibe, pues no suelen llevar ficheros adjuntos para abrir o
descargarse.
En algunos
casos difamar o fomentar la mala imagen de una empresa o de una persona
conocida. En otros, simplemente sobrecargar los servidores de correo o
bloquear la centralita telefónica de un hospital o de una empresa. A
veces lo único que persiguen es generar confusión o difundir noticias
falsas. Otro de sus objetivos es obtener direcciones de correo para
generar spam (sí, ahora hablaremos de qué es el spam…)
Cuando el
objetivo es estafar a la persona que recibe el correo electrónico nos
encontramos ante un scam (en inglés, estafa). En este caso, el remitente
del correo pretende engañar al destinatario del correo, y tiene un
objetivo muy claro en la gran mayoría de los casos: su dinero.
Evidentemente,
el objetivo es conseguir nuestro dinero. Para poder cobrar el premio que
nos tocó en ese fantástico sorteo en otro país hay que hacer un ingreso
previo en una cuenta para “pagar los impuestos correspondientes”, esa
persona que ha contactado con nosotros y que quiere conocernos nos
pedirá dinero para el viaje, para poder optar a ese increíble trabajo en
el que no vamos a tener que movernos de casa habrá que hacer una
transferencia para los trámites laborales… Más tarde o más temprano, nos
solicitarán un envío de dinero.
En el caso de
los muleros, lo que buscan es utilizar nuestras cuentas bancarias para
realizar los movimientos de blanqueo de capitales.
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