La droga ligada a la informática
El negocio más criticado, y el más ilegal, es el tráfico de drogas y mueve casi 650.000 millones de dólares al año mundialmente. Hasta ahora la
fabricación, el transporte y su repartición, se realiza de forma de realizarse de forma secreta.
Por ello no es de extrañar que hace tiempo que la
medicina ha encontrado diversas aplicaciones a las impresoras 3D, aunque es más reciente su uso
para la fabricación de fármacos personalizados, como método para
tratamientos individualizados, evitar la administración de dosis
erróneas y para contribuir a erradicar la falsificación de medicamentos. En el caso de que el autor fuera un menor de
edad, los padres serán responsables de los daños causados por los hijos
que se encuentren bajo su guarda.
Por
lo que se refiere a la responsabilidad penal, podrían ser
penas de prisión de 3 a 6 años y multa del tanto al triplo del valor de
la droga objeto del delito, a los que ejecuten actos con aquellos fines:
- Fabricación de drogas caseras con una impresora 3D: En el caso de que se cuente con la tecnología adecuada, conocimientos químicos y suministro de materias primas, es posible la fabricación de sustancias ilegales mediante la técnica de la impresión 3D.
- Distribución de drogas: Las impresoras 3D pueden usarse también para fabricar objetos en los que ocultar drogas con el objetivo de distribuirlas.
Por tanto, no cabría interpretar que la
fabricación casera de estupefacientes haya de interpretarse como mera
posesión para consumo personal, ya que, la
fabricación de drogas con impresoras 3D recogido en el citado
artículo 368 del Código Penal y, en consecuencia, sería constitutivo de
delito.
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